Quiero obligarme a escribir, crear una rutina de trabajo y vencer la falta de iniciativa.
Aunque si esto tiene la misma validez que el 'voy a dejar de fumar' o 'el lunes empiezo la dieta y hago ejercicio', mal vamos...
Hoy enciendo el ordenador y leo que Intereconomía, adalid de la objetividad periodística, mendiga limosna en televisión. Así, sin más, pide a sus espectadores algo de dinerico bajo el lema 'Si creen que la libertad no tiene precio, apóyenos'. Menos mal que no le ponen precio, porque si lo hicieran a saber cuánto pedían.
Ocurre esto el mismo día en el que la Audiencia Nacional declara nula la sanción de 100.000 euros que impuso el Ministerio de Industria al Grupo Intereconomía tras emitir una pieza sobre el día del Orgullo Gay. Veamos el vídeo:
Un spot publicitario de fácil demagogia, en el que ha prevalecido 'el carácter prioritario que ostenta la libertad constitucional de opinión y más aún cuando es formulada por un medio de comunicación'. No voy a entrar en la visión de lo 'normal y corriente' que tienen estos señores, un juez ya lo ha hecho y por tanto hay que respetarlo. Ahora que entiendo un poco de derecho de la información, no hay error judicial.
Lo que sí queda claro después de ver el vídeo es el concepto que en Intereconomía se tiene de la libertad. Y si por esa libertad pretenden que paguen los espectadores, yo al menos no pondré ni un céntimo.
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