The Good Wife me ha cautivado por completo y si tuviera tiempo, me metía en la carrera de Derecho de cabeza. No solo del objection vive el abogado, lo sé, pero es que lo ponen tan bonico... Pero bueno, ya no es solo el tema de la abogacía lo que ha hecho que me rinda a los pies de la serie de la CBS, sino que sus personajes femeninos son sin lugar a dudas de lo mejorcico del panorama televisivo estadounidense. Es difícil no amar a Alicia Florrick desde el minuto 1: un marido infiel (Mr. Big sigue liándola parda), una suegra demente, una familia que llevar adelante y una serie de cambios que la hacen crecer hasta la tercera temporada, donde demuestra que puede ser una verdadera bitch si se lo propone, aunque al final no pueda evitar ser la buena esposa que da título a la serie. Junto a ella está siempre Kalinda (necesito que se reconcilien urgentemente), una mujer misteriosa, de sexualidad ambigua y que parece no tener sentimientos, y digo parece porque su derrumbamiento en el ascensor, tras discutir con Alicia, demuestra todo lo que hay detrás de esa fachada de mujer dura y nos brinda uno de los momentos más geniales de la serie (merecidísimo Emmy para ella). Completa el trío Diane Lockhart, la mujer de la carcajada más maravillosa del mundo: liberal y en constante lucha con sus principios, no le tiembla el pulso si la supervivencia de su bufete depende de ello. Juntas, las tres podrían gobernar un mundo en el que yo viviría mucho más tranquilo.
Termino con un vídeo del Juez Abernathy, uno de los secundarios más entrañables (el reparto de episódicos de esta serie es simplemente sublime, desde jueces hasta abogados contrarios).
Y ahora, un pequeño epitafio hacia mi desaparecido grupo de trabajo:
Antes de seguir leyendo, recomiendo dejar en reproducción el siguiente vídeo de Youtube, así la cosa quedará más bonica...
El Grupo A, tal y como lo conocíamos, deja de existir. Todas nuestras historias, los personajes que nos hemos ido encontrado por la calle (¿nos seguían? ¿teníamos acaso un imán?) quedarán en el pasado. Ya no pelearemos juntos contra el "level over", se acabaron mis marujeos con Lorena, Rocío ya no arriesgará nuestras vidas al volante, no podré obligar a Héctor a salir en cámara y Jonathan no volverá más de la muerte para pedir fuego. Pero no nos dejemos llevar por la histeria y el drama, tenemos nuestras tomas falsas como recuerdo del que en su día fue el grupo más maravilloso que haya pasado por el IFES.
Empieza pues una nueva etapa, en la que el sepia demuestra que estoy en el lado equivocado del arcoiris. Espero volver pronto al adorable technicolor y que las baldosas amarillas me indiquen el camino correcto.
¿Podremos vencer a la bruja mala del oeste? ¿o quizás terminará rindiéndose a los encantos de la encantadora Dorothy? Apuesto por lo último, porque al final, nadie se puede resistir a Judy Garland.
PD: Lo sé, soy la reina del drama, pero es pensar lo que me espera mañana y se me ponen los pelos de poliéster xDDD
oins...me he emocionado y todo.
ResponderEliminarpero no te apures, seguiremos cotilleando en clase, el grupo volverá a cambiar y....FESTIVAL DE CINE
esas son las palabras claves.
A ver si volvemos a caer juntos.
Sobre ser una reina del drama...si, lo somos...y nos encanta!!!